Desde el pasado 1 de junio de 2013, según el Real Decreto 235/2013 de 5 abril, es obligatorio disponer de un certificado energético siempre que vaya a poner a la venta o en alquiler un inmueble, esta obligación afecta tanto a viviendas, locales y oficinas. La normativa obliga a mostrar al comprador o inquilino potencial el certificado energético.